Reclaman porque en el Barrio Maximiliano Toro las calles se quedan sin luz y los ladrones “andan por los techos”
El mal funcionamiento del alumbrado público hace que los vecinos vivan inseguros. “Nos cansamos de hacer los reclamos y no hay respuestas”, acusaron.
Los vecinos del Barrio Maximiliano Toro están en alerta porque ven y escuchan cómo los delincuentes andan por los techos y saltan las medianeras como si nada. Muchas viviendas ya sufrieron robos, y zonas aledañas no escapan al mismo problema.
Esta semana la preocupación de los habitantes de la zona creció porque hay “intrusos” que se meten por los patios “animados” por la oscuridad de las calles. La manzana B es una de las más perjudicadas, ya que sufre constantemente la deficiencia del alumbrado público.
Que no haya iluminación torna todo más peligroso. Una vecina advirtió que sorprendió a dos sujetos cuando salían del patio de una casa y que luego se “dispararon” cuando la vieron. Lo que intranquiliza es que mientras estos sujetos “se pasean” en busca de cualquier elementos para llevarse, adentro duermen las familias.
Los vecinos que contactaron a El Chorrillero indicaron que hace dos semanas a una vecina le patearon una puerta para poder entrar, aunque no pudieron. En medio de estas situaciones que se presentan todos los días, están viviendo con inseguridad. “Quisieron entrar a mi casa cuando nosotros estábamos acostados. Eran como la 1:30 cuando escuchamos el ruido”, dijo la propietaria.
La recomendación que se hacen entre los vecinos “es estar atentos”.
El barrio es vecino de la Iglesia Nuestra Señora del Valle, donde el año pasado robaron hasta los inodoros. Además, está al lado del Barrio El Lince, donde se han acusado varios ilícitos.
“Todos hemos reclamado, inclusive grabamos videos y se los mandamos a la Municipalidad. Las arreglan, andan unos días y después se vuelven a apagar. El problema de fondo no lo solucionan”, cuestionó otra de las fuentes que habló con este medio.
Cuando llega la noche, todo es una boca de lobo, y las calles solo se iluminan con los focos que las viviendas tienen en la puerta de la casa.
La Comisaría 3° está a dos cuadras, y por eso los vecinos han reclamado por más presencia de policías, de móviles, como también de cámaras de seguridad.
En los alrededores la falta de luminaria se repite, y es uno de los mayores cuestionamientos en los barrios de la ciudad: se están acostumbrando a vivir a oscuras.